sábado, 17 de mayo de 2008

Sábado 17 de Mayo 2008 , Luna (Satélite de la Tierra)

Con el animo de seguir ofreciendo un repaso a los temas ufológicos más importantes de la historia, hoy voy ha abordar una fenomenología muy importante para todos los que buscan la verdad y están abiertos a ella. Me refiero a los encuentros de astronautas con vida extraterretre. En 1985, el astronauta Gordon Cooper, uno de los primeros que orbitaron la Luna, compareció ante un grupo de asesores de la ONU presidido por el entonces secretario general Kurt Waldheim, e hizo una alarmante advertencia: "Creo que... vehículos extraterrestres y sus tripulaciones nos están visitando desde otros planetas, y que están técnicamente un poco mas avanzados que nosotros. Considero que necesitamos un programa de alto nivel para recoger y analizar la información referente a cualquier tipo de encuentro y para determinar la mejor manera de relacionarnos amistosamente con estos visitantes.” Los argumentos de Cooper para esta declaración eran que “había estado en la periferia de las grandes regiones por las que "ellos" se mueven. Además, en 1951, durante dos días tuve ocasión de observar muchos objetos de diferentes tamaños que volaban en formación... a una altura mucho mayor de la que podíamos alcanzar".

Por tanto, eso nos demuestra que uno de los más grandes pioneros de Estados Unidos, un hombre que había detentado el récord de vuelo más largo en el espacio, 34 horas, admitía, ante varios de los hombres más poderosos del mundo, que había tenido encuentros con aparatos extraterrestres. Pero ¿sirvieron de algo esas declaraciones? , obviamente no, al menos en esos tiempos, pero hoy en día es distinto. La gente y sobretodo los investigadores del caso ovni, quieren saber, y en esa busqueda de datos se desvelan secretos largos años guardados.

Desde la creación de la NASA en 1958, varios de sus pilotos y astronautas han testificado que habían visto ingenios volantes de origen desconocido.” El primero en anunciar un avistamiento fue Joseph Walker, piloto del avión de pruebas X-15. Según una charla dada en mayo de 1962, en los meses anteriores Walker tuvo un encuentro aéreo con dos objetos en forma de disco, lo cuál filmó. En julio del mimo año, otro piloto del X-15, el mayor Robert White, informó haberse encontrado formando parte de una escuadrilla de ovnis mientras volaba a unos 9.800 m de altura. La NASA rehusó apoyar a sus pilotos y las fotografías y películas que contenían anomalías nunca se publicaron. La línea oficial establecía que los ovnis habían sido identificados como hielos. Pero, aunque la NASA negó tener interés en los ovnis, pronto se demostró que en realidad esa postura era falsa.

Durante 1965, el US Federal Bureau of Investigation (FBI) supo de una fuente confidencial que un informador de la NASA estaba "filtrando" encubiertamente información sobre ovnis. Los receptores eran dos personas de Pittburg que, según el FBI, tenían un interés personal en los ovnis y estaban de acuerdo con un empleado de la NASA. En un expediente del FBI, de fecha 2 de septiembre de 1965, se dice: "La fuente cree que la información puede ser clasificada. Por ejemplo, la fuente dijo que [censurado] había visto una filmación en la que se veía un misil separándose de un ovni que aparecía en la pantalla. Antes del vuelo del Gemini 4, [censurado] dijo que veía algo interesante, porque la nave espacial tenía a bordo dispositivos para detectar ovnis...".

La documentación del FBI sobre este caso pone de manifiesto dos puntos importantes: la referencia de una filmación en la que se muestra un ovni en vuelo, confirma que la NASA está en posesión de datos sobre los ovnis que oculta al público. En segundo lugar, la mención de la misión Gemini 4. Uno de sus pilotos, James McDivitt, confirmó que, durante la misión, vio con seguridad una forma de objeto no identificado. Aunque McDivitt no cree que el objeto fuese anómalo, no se adhiere a la teoría del escéptico James Oberg, según la cual el objeto era simplemente la segunda etapa del cohete Titán que lanzó el Gemini 4. Como el investigador afirma en su libro de 1996, Beyond Top Secret, "si éste fue el caso, el único enigma que queda es el aparente fallo de McDivitt en reconocer su propio cohete".

Después de las misiones Gemini, la carrera espacial se aceleró con el programa Apolo. Tras la promesa del presidente Kennedy de situar un hombre en la Luna, creció el interés por los misterios del espacio y, en particular, por la nueva frontera del hombre: la Luna. Así, cuando los astronautas del Apolo 11 dieron sus primeros pasos sobre la superficie de la Luna el 20 de julio de 1969, incluso el más recalcitrante de los escépticos debió considerar la posibilidad de que la presencia de vida fuera de la Tierra era ya una realidad. A pesar de las declaraciones públicas de que los astronautas no habían visto nada anormal, circularon rumores de que, durante su estancia en la Luna, la tripulación nunca estuvo sola. A continuación incluyo una conversación clasificada entre la tripulación del Apolo 11 y el control de la misión:

……………………………………………………………………………………………

Apolo 11: ¿ Qué diablos era? Es lo que quiero saber. Estas cosas eran gigantescos, señor. ¿ ¡Dios mío, usted no lo creería!

NASA: ¿Qué... ?¿Qué diablos pasa?

Apolo 11: Están aquí, bajo la superficie.

NASA: ¿ Qué hay ahí? Control de misión llamando a Apolo 11.

Apolo 11: Estamos aquí, los tres. Pero hemos encontrado visitantes... Por las instalaciones, parece que han estado aquí desde hace mucho tiempo... Digo que ahí fuera hay aparatos espaciales. Están alineados en filas al otro lado del cráter...

…………………………………………………………………………………………….

Sin embargo, las pruebas de este encuentro en la Luna son muy débiles. Otto Binder, ex empleado de la NASA, dijo que esta conversación fue escuchada casualmente por unos radioaficionados que pueden captar un "canal reservado" para estos mensajes. Sin embargo, Neil Armstrong, el primer hombre que pisó la Luna, informó al investigador Timothy Good que “no se registró, ni se encontró, ni se vio ningún objeto durante la misión Apolo 11, ni en ningún otro vuelo Apolo que no fuese natural.” La única corroboración de esta historia se obtuvo de Maurice Chatelain, experto en comunicaciones de la NASA. En una entrevista efectuada en 1979, Chatelian confirmó que un retardo de tiempo en la transmisión del diálogo entre el centro de control y el Apolo 11 permitió a la NASA censurar la información referente a los visitantes. Sin embargo no hay manera de comprobar si en la misión Apolo 11 se produjo este incidente. Muchos investigadores dudan de las afirmaciones de Binder y Chatelian, y la NASA, por supuesto, niega que hubiese censurado transmisiones. No obstante, un caso similar referente al Discóvery no sólo originó el Watergate cósmico en 1990, sino que también dio un giro a las declaraciones de encuentros extraterrestres de astronautas.

Alrededor de las 6:30 del 14 de marzo de 1990, Donald Ratsh, un radioaficionado de Baltimore, Maryland, estaba siguiendo las transmisiones del Transbordador Discovery cuando oyó la siguiente comunicación: "Houston, aquí Discovery, tenemos un problema. Tenemos un incendio". Poco después dice Ratsh, se oyó una transmisión adicional: “Houston, aquí Discovery. Todavía tenemos la nave espacial bajo observación.” Esta revelación animó a numerosas personas, entre ellas Bob Oeschler, ex especialista en misiones de la NASA, a hacer sus propias averiguaciones. Después de un intenso período de investigación. Oeschler llegó a la conclusión de que el mensaje no fue transmitido desde el transbordador. En cambio, aventuró que la señal pudo proceder de una zona alrededor de Fort Meade, Maryland, la sede de la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU, que está involucrada desde hace tiempo en la investigación de informes de ovnis. Oeschler sólo pudo llegar a la conclusión de que la transmisión fue un fraude orquestado institucionalmente para algún sutil propósito de inteligencia.

Sin embargo, una fuente de la NASA informó a Oeschler que, coincidiendo en el tiempo, el transbordador estuvo involucrado en un incidente con un ovni. Oeschler informa que el encuentro duró ocho horas y produjo problemas en los sistemas eléctricos del Discovery. Ni que decir tiene que las preguntas no han recibido respuesta y que el caso todavía está bajo investigación. También parece que los ufólogos no estarán satisfechos hasta que la NASA admita oficialmente que sus astronautas han tenido encuentros. Pero la agencia espacial ha mantenido un silencio absoluto sobre el tema de los ovnis en treinta años, por lo que es probable que , lamentablemente, no se produzca en breve un anuncio como ese y si declaraciones por parte de la NASA de que las supuestas fotografías, filmaciones y todo tipo de grabaciones que demuestren que ahí fuera hay alguien más, son falsas.

No obstante, continua llegando material interesante sobre el tema, por ejemplo el caso de Alberto Mayer, un astrónomo italiano aficionado que miraba por su telescopio y pudo observar casualmente él transito de un extraño objeto por la Luna. Fue el 29 de Abril de 2007, mientras Mayer tomaba una serie de instantáneas de la superficie lunar, repentinamente un extraño punto negro apareció al borde del satélite. Comenta Mayer, - inicialmente, pensé que era algún tipo de suciedad o partícula de polvo adherida al sensor de la cámara de video, pude apreciar que el extraño punto atravesaba lentamente con las distorsiones típicas producidas por el viento y las perturbaciones atmosféricas, en ese instante comencé a filmar con la esperanza de obtener imágenes más estables-Sospechando que podía tratarse de algún satélite artificial, Mayer comenzó a revisar las órbitas de satélites de aquella noche en el GeoSync, concluyendo que “ningún satélite artifial estaba en la trayectoria de mi observación.” Mayer estima que el OVNI podría tener 1 kilómetro de diámetro.

Y eso no es todo, en otra ocasión seguiré abordando el tema de la ufología en la Luna, ya que también parecen haber pistas y encuentros con arquitecturas milenarias sobre la superficie de nuestra querida Luna. Pero esto será en otra entrega del “Extraordinario Diario del Dr. Morpheus”.









0 comentarios: